Traducido del sánscrito, mandala significa círculo sagrado. Entre los budistas, el mandala se considera la esfera de la morada divina y se usa en la meditación. Además, dibujar mandalas ayuda a entenderte a ti mismo, a concentrarte en tus deseos y a lograr la tranquilidad.
Es necesario
- hoja de papel blanco
- Brújula
- regla
- pinturas
- marcadores
- lápices de colores
- lápices de color
Instrucciones
Paso 1
Primero, busque un lugar tranquilo y calmado donde nadie lo distraiga y pueda sumergirse por completo en el proceso creativo. Te tomará de 1 a 2 horas en promedio crear un mandala. Tómate tu tiempo, dibujar un mandala no es tan físico como espiritual. Para crear una atmósfera relajante, puede encender incienso y tocar música suave.
Paso 2
Toma una hoja de papel y dibuja un círculo del diámetro deseado usando una brújula. Esta es la base de nuestro futuro mandala. Con una regla, divida el círculo en 4-24 segmentos, dibujando líneas a través del centro. Dibuja círculos más pequeños dentro del círculo principal. Terminarás con algo como una telaraña o una malla.
Paso 3
Cuando la estructura básica esté lista, puedes pasar a llenar el mandala con flores y formas. Cierra los ojos e imagina qué colores te gustaría observar en tu mandala, qué matices, en qué combinación. Sin embargo, no debe pensar durante mucho tiempo, la energía de las flores se derramará sobre el papel desde su conciencia. Si no se le ocurre nada, simplemente llene el mandala con formas geométricas, símbolos, la mente subconsciente se hace cargo de todo el trabajo y el dibujo se forma por sí mismo.
Paso 4
Al pintar el mandala, concéntrese en el color elegido, sienta su energía. Reflexiona sobre qué colores te gustan más ahora, cuáles son repulsivos. Dibuja no con tus manos, sino con tu alma.
Paso 5
El mandala terminado se puede colgar sobre la cama, colocar sobre la mesa, colocarlo en un lugar donde esté en paz y tranquilidad, donde prevalezca su energía. Mira el mandala, y las emociones positivas que le pones al crearlo te inspirarán y nutrirán.