A pesar de la propaganda incesante sobre los peligros del tabaquismo y la existencia de muchos métodos para dejar esta adicción, el número de adictos al humo del tabaco no está disminuyendo. La liberación de anillos de humo translúcidos lleva a algunos a un estado de calma y serenidad.
Instrucciones
Paso 1
Elija cigarrillos que produzcan el humo más denso: no compre cigarrillos ligeros, en los que no hay suficiente alquitrán presente para producir la densidad de humo deseada. Para estos fines, también puede utilizar puros. Asegúrese de que el tabaco se mueva lo más adentro posible del cigarrillo. Para hacer esto, golpee la parte superior del paquete con la mano o golpéelo contra una superficie dura. Como resultado de estas manipulaciones, debe quedar un pequeño espacio vacío en la parte superior del cigarrillo. Encienda un cigarrillo y suelte las primeras caladas que aún no tengan la consistencia deseada.
Paso 2
Relájese y no intente lograr resultados perfectos en el primer intento. Tome una inhalación profunda, durante la cual trate de llevar la mayor cantidad de humo posible a sus pulmones para que pueda hacer más intentos. Cierre la boca y apunte la lengua hacia atrás para que la punta apunte hacia abajo. Gire los labios ligeramente hacia adelante y forme un círculo con ellos. No intentes hacerlo demasiado grande. Empiece a soplar anillos de humo. Para hacer esto, simule una tos leve. Sentirá tensión y una rápida corriente de humo que sale de sus pulmones. No use las cuerdas vocales; la exhalación debe ser apenas audible. Mueva su lengua hacia adelante bruscamente cuando sienta que el humo sale de sus pulmones. Al mismo tiempo, levante bruscamente la mandíbula inferior.
Paso 3
Prueba con otro método. Después de que el humo del cigarrillo entre en sus pulmones, estire la mandíbula inferior tanto como sea posible. Intente cerrar los labios y formar un pequeño círculo con ellos al soltar humo. Mientras exhala, debe emitir un sonido de "oh". Libera el humo acumulado en los pulmones con intensos tirones. Para aumentar el tamaño de los anillos de humo, debe cambiar la circunferencia de sus labios, tanto como sea posible, sin cerrarlos.