Con el tiempo, el papel se mancha y se vuelve amarillo. Los científicos atribuyen este hecho al contenido de hierro, que se oxida. Es importante tener cuidado al blanquear el papel para no dañarlo y la pintura aplicada.
Es necesario
- - hisopo de algodón;
- - peróxido de hidrógeno;
- - cepillo de pelo de camello;
- - carbonato de magnesio;
- - agua;
- - papel secante;
- - cubeta fotográfica.
Instrucciones
Paso 1
Antes de continuar con el blanqueo, compruebe la durabilidad de las pinturas aplicadas al papel y la idoneidad de la solución blanqueadora seleccionada. Para hacer esto, sumerja un hisopo de algodón en él y humedezca el área más discreta de la sábana. Deje secar la solución. Si la pintura está intacta, esta solución blanqueadora funcionará bien. De lo contrario, esta herramienta debe desecharse.
Paso 2
Antes de blanquear, elimine los ácidos que puedan dañar el papel. Prepare una solución tomando 30 ml de carbonato de magnesio ligero por litro de agua con gas para obtener bicarbonato. Verter la solución en un frasco y, agitando bien, dejar actuar unos minutos. Espere hasta que comience a formarse un precipitado blanco en el fondo de la botella. Después de eso, vierta suavemente el agua carbonatada en un recipiente medidor y agregue la misma cantidad de agua corriente.
Paso 3
Coloque el papel boca abajo sobre una hoja absorbente limpia. Aplica una capa de solución en la parte posterior del papel. Para hacer esto, use una botella de spray o un cepillo de camello suave. Deje secar.
Paso 4
Tome parte del peróxido de hidrógeno y dos del carbonato de magnesio y mezcle bien. Verter la solución en una cubeta fotográfica y colocar el papel sobre la tela de soporte y sumergirlo en el líquido. Mantenga el papel en la solución hasta que obtenga el resultado deseado.
Paso 5
Lentamente, sobre un pañuelo de papel, retire la hoja de la cubeta y transfiérala a papel absorbente limpio. Sumerja un hisopo de algodón en una composición antiácida y aplíquelo en el lugar más discreto. Esto es para comprobar si el papel blanqueado adquirirá un tinte rosa o azul.
Paso 6
Si el color cambia, simplemente enjuague la hoja con agua limpia. Cambie el agua varias veces si es necesario. El enjuague eliminará los componentes químicos residuales que pueden ser destructivos en el futuro. Si el color no ha cambiado, trate la hoja con una composición antiácida, aplicándola con un cepillo suave de pelo de camello o con un atomizador.