Las conchas son bastante diversas en forma, tamaño y color. Pero para que su colección atraiga con su belleza y no repele un olor desagradable, los fregaderos deben limpiarse adecuadamente.
Instrucciones
Paso 1
La congelación es una forma de limpiar el interior de un fregadero. Coloque las almejas en una bolsa de plástico y colóquelas en el fondo del refrigerador. Después de unas horas, colóquelo en el congelador durante 2-3 días. Luego llene la bolsa hasta la mitad con agua fría y vuelva a colocarla en el fondo del refrigerador. Tales manipulaciones son necesarias para evitar el agrietamiento de las cáscaras lisas y brillantes. Después de descongelar el agua, después de un día, retire el cuerpo del animal del caparazón con un tenedor o alambre.
Paso 2
Hervir mariscos en agua salada o dulce: le permite pelar rápidamente la cáscara. Sin embargo, este procedimiento no es muy agradable, ya que el olor aumenta durante la cocción. El tiempo de cocción, según el tamaño, oscila entre 1 y 6 minutos. Las cáscaras con una superficie brillante se colocan en agua tibia, se llevan lentamente a ebullición y se enfrían. Retirar suavemente el cuerpo con agitación vigorosa. Para eliminar pequeños residuos, dirija un chorro de agua al fregadero.
Paso 3
Puedes enterrar las almejas en arena seca, donde se pudrirán. Después de unas semanas, deben desenterrarse y lavarse. O poner la cáscara en el nido. Los insectos se comerán los restos de los mariscos. Las conchas pequeñas y frágiles no deben hervirse. Es mejor mantenerlos en agua durante 2-3 días y limpiarlos con un chorro de agua débil.
Paso 4
Muchas personas recomiendan colocar los mariscos muertos en una solución de lejía al 50%, que no solo descompondrá el cuerpo del animal, sino que también eliminará algunos crecimientos orgánicos del caparazón.
Paso 5
También puede usar un cepillo rígido y jabón para eliminar las acumulaciones. Algunos tipos de crecimientos son bastante rebeldes y solo se pueden eliminar en instituciones especiales mediante ultrasonido.
Paso 6
Llene la cáscara limpia y seca con algodón y pegue la tapa, si la hubiera. Para agregar brillo y color al fregadero, aplique crema para bebés o aceite.