Tarde o temprano, todo numismático se enfrenta al problema de limpiar una moneda. Por supuesto, los coleccionistas de monedas experimentados saben cómo y cómo limpiar, pero para los principiantes, este artículo lo ayudará a evitar errores que pueden anular el valor de cualquier moneda. Al limpiar una moneda, se supone que debe eliminar los rastros de oxidación y suciedad de su superficie.
Instrucciones
Paso 1
Limpiar una moneda de la suciedad es lo más fácil. La suciedad se puede eliminar con agua. Enjuaga la moneda suavemente con agua tibia y jabón. Si la suciedad no quiere desprenderse, use un cepillo suave para evitar que la moneda se raye. Este cepillo se puede utilizar para limpiar cobre, oro, plata y otros.
Paso 2
Lidiar con la oxidación ya es más difícil. El método de limpieza depende del metal. Por lo tanto, las monedas de oro también se pueden enjuagar con agua tibia y jabón y tratar con un cepillo suave. La oxidación debería desaparecer.
Paso 3
En el caso de la plata, es necesario conocer la finura del metal. A partir de 625 muestras o más, la plata se limpia con un agente especial que elimina los rastros de oxidación: Silbertuschbader. No puedes recordar un nombre así desde el principio. Si no hay tal remedio a mano, prepare una solución de amoníaco y lave la moneda. La plata base se purifica de la oxidación después de mantenerla en jugo de limón durante varias horas.
Paso 4
También existe un método universal que es adecuado para limpiar cualquier moneda de plata. Debe sumergir las monedas en la solución de bicarbonato de sodio para que estén a una distancia entre sí. Déles la vuelta de vez en cuando, luego se limpiarán uniformemente. Cuando se pueda ver que la placa ha desaparecido por completo, las monedas deben retirarse y limpiarse con un paño suave.
Paso 5
Las monedas de cobre se pueden lavar con agua jabonosa o se pueden poner en una solución de ácido acético (5-10%). Una vez que se limpia la moneda, se saca, se enjuaga y se limpia. Además, las monedas de cobre deben darse la vuelta y mantenerse a una distancia entre sí.
Paso 6
Por cierto, el óxido de las monedas de cobre es diferente. Vale la pena consultar a un experto y si se trata de una cabeza de cobre (una capa de oxidación venenosa que reacciona con el oxígeno), confíe la limpieza de la moneda a profesionales, no se arriesgue.
Paso 7
Pero no todo el óxido de las monedas es dañino. Entonces, la pátina, por ejemplo, no destruye la moneda, pero la preserva de influencias externas. Esta placa no debe eliminarse. No solo no destruirá el metal él mismo, sino que tampoco permitirá que nadie más lo haga.
Paso 8
Las monedas de hierro y zinc necesitan un enfoque especial. Deben lavarse con ácido clorhídrico (diluido, por supuesto) y luego limpiarse con un cepillo hecho de alambre de latón. Asegúrese de enjuagar la moneda después de la limpieza enjuagando abundantemente con agua tibia e inmediatamente después con agua fría. Esto ayudará a evitar daños repetidos en la superficie de la moneda.