Construir el lado interior del personaje es extremadamente importante, ya que a través de ellos familiarizarás a los lectores con la historia de tu cómic.
Leemos cómics porque queremos experimentar tristeza, odio, alegría. Los personajes deben ser empáticos. Para hacer esto, necesitas entrar al personaje. El objetivo de cualquier historia es provocar una respuesta emocional en el espectador. ¿Cómo? Creando situaciones para los personajes que los llevarán al límite de sus propias capacidades. Muestra cambios dentro de los personajes como resultado de superar varios problemas.
Para que un personaje reclame el papel del personaje principal, debe tener al menos dos de estas cualidades: tiene mala suerte, quiere sentir pena por él, se mete en problemas, es divertido, es fuerte y un maestro de su oficio.
Los personajes tienen un lado interior: aspiración, necesidades, heridas, autoidentificación (quiénes creen que son), esencia y verdad (quiénes deberían ser). La aspiración es lo que el personaje necesita en palabras. Una necesidad es un esfuerzo inconsciente. Las heridas son una fuente no curada de dolor constante, por eso el personaje piensa que está siendo herido nuevamente. La autoidentificación es la forma en que el personaje se ve a sí mismo: el villano más grande o la persona amable de mente simple, el chef principal o el oficial.
A menudo, al principio vale la pena escribir el final para saber cómo se construirá exactamente la línea del personaje, cómo se manifestará su lado interno. Es imposible mostrar la esencia del héroe desde el principio. Esto debe hacerse por etapas, revelando un lado del personaje tras otro.