La voz normal y sana de una persona sana es, en principio, adecuada tanto para hablar como para cantar. Solo hay tres diferencias entre un cantante y una persona que acaba de empezar a aprender a cantar: oído desarrollado para la música, fuerza desarrollada, habilidad desarrollada.
Instrucciones
Paso 1
El oído para la música se desarrolla en las lecciones de solfeo. Puedes contratar un profesor particular o estudiar por tu cuenta, siempre que te grabes en un dictáfono. Como ejercicio inicial, simplemente cante en una octava cómoda en Do mayor hacia arriba y hacia abajo. Luego complica los ejercicios: do-re-do, re-mi-mi, mi-fa-mi y más hasta el final de la octava. Luego hacia abajo de la misma manera: do-si-do, si-la-si, la-sol-la. Canta los nombres de las notas.
Paso 2
Continuando con las lecciones de solfeo, cante números de una parte de la colección de Ladukhin. Luego, pase a dos y tres voces (cante cada voz por turno, toque el resto). Y en la interpretación de la escala, y al cantar números, grábate en un dictáfono y escucha para entender en qué momentos cantaste desafinado.
Paso 3
La fuerza vocal se desarrolla en parte durante estos ejercicios, en parte durante el repertorio de canto y en parte durante los ejercicios de respiración. El ejercicio de respiración más popular tanto entre cantantes como entre locutores y actores es el sistema Strelnikov. Haga los ejercicios todos los días, primero un ejercicio a la vez, agregando después de una semana.
Paso 4
La habilidad para cantar y la selección del repertorio es una cuestión que se resuelve exclusivamente con un profesor. Sin su consejo, puedes dejar de adivinar la técnica de realizar un ejercicio complejo y plantar tu voz, tomar obras con un repertorio que te sea insoportable o antinatural para tu rango, cometer otros errores que te llevarán a dañar la voz.