El reconocimiento, la participación, la empatía son los principales motivos para buscar una segunda mitad. El apoyo de una persona cariñosa ayuda en tiempos de fracaso, se ajusta a nuevas hazañas y logros. Pero, ¿qué pasa si llamar la atención de un socio potencial se convierte en una hazaña en sí misma?
Instrucciones
Paso 1
La suerte, contrariamente a la creencia popular, no ocurre por casualidad. Primero, créelo. Incluso si has escuchado un rechazo mil veces, el mil uno puede ser tu mejor momento. Es una pena que te lo pierdas con desesperación. Prepárese para la victoria, piense en el éxito como un hecho consumado. Piense en todas las ocasiones en las que logró algo mediante la perseverancia u otra virtud. Úselos en el futuro.
Paso 2
No se preocupe por un miembro del sexo opuesto. Pon a prueba tu fuerza en varios, comunícate. No intente imponer de inmediato una relación romántica, primero, establezca un contacto amistoso, coquetee un poco. Observe la reacción de los demás ante una u otra de sus acciones, pero no ceda a la vergüenza o la vergüenza si la reacción es inesperada o desagradable para usted. Comportarse como un científico que se encontró por primera vez con un fenómeno.
Paso 3
Mire su apariencia. Es imposible ser el ideal de belleza para todos, pero las reglas generales de pulcritud e higiene son claras para la mayoría: uñas bien arregladas, aunque no largas, pero limpias, cabello peinado, ropa pulcra. No tienes que parecer caro y rico. La pulcritud elemental es suficiente.
Paso 4
Usa el humor. Es difícil encontrar una broma que todos puedan entender, así que piénselo dos veces antes de contar algo. Si su simpatía no conoce el contexto de la situación que está describiendo, en el mejor de los casos, sonreirá cortésmente. Excluya inmediatamente los defectos en la apariencia y las discapacidades físicas del área de lo gracioso, especialmente si su pareja se avergüenza de ellos.
Paso 5
No se deje abrumar por el intelecto. Si decides compartir tu música favorita, y tu pareja no la aprecia, no lo convenzas de la falta de gusto y oído. Tiene sabor, pero es diferente al tuyo. Pregunte sobre sus preferencias. Nada le da a una persona tanto placer como hablar de sí mismo para quien lo escucha. Al mostrar interés en su simpatía, evocará a cambio curiosidad, el deseo de pasar más tiempo juntos.