La reconstrucción histórica es un pasatiempo muy extendido para los amantes de la historia. Consiste en reconstruir los detalles de una época particular, reproduciendo un hecho histórico particular, y con la mayor confiabilidad posible. Este es un cruce entre un juego de rol y un experimento de historia amateur.
En primer lugar, a las personas jóvenes y de mediana edad de mentalidad romántica les gusta la reconstrucción histórica (aunque solo sea porque los juegos de rol requieren tanto fuerza física como buena salud). Pero entre los amantes de la reconstrucción histórica, también hay jubilados que han conservado su entusiasmo juvenil y buen humor.
Esta afición se divide en dos "áreas" principales: "historia viva" y "batallas" (que también incluyen torneos). Los participantes que prefieren la “historia viva” se centran en la reconstrucción del modo de vida auténtico de una época en particular, hasta la organización de un pequeño museo al aire libre. Lo principal que consiguen es la máxima precisión en los detalles, hasta el más mínimo detalle. Los materiales con los que están hechas las viviendas, las telas utilizadas para coser ropa, artículos para el hogar, incluso recetas culinarias, todo debe corresponder a esa época en particular. Dichos museos atraen no solo a los participantes en la reconstrucción histórica, sino también a muchos forasteros que simplemente están interesados en ver cómo vivía la gente en estos lugares hace muchos siglos, cómo era su vida.
En cuanto a las "batallas" (así como a los torneos), aquí el nombre habla por sí solo. Los participantes, por así decirlo, recrean los detalles de una batalla en particular, mientras simultáneamente estudian en la práctica el arte de la guerra de la época histórica correspondiente. La escala de la reconstrucción depende no solo del número de los que deseen participar, sino también de sus capacidades materiales (ya que la fabricación de armas, incluso falsas, uniformes, armaduras, tenencia de caballos, etc., es un placer muy caro).
En algunos casos, se desarrollan batallas reales. Un ejemplo clásico es la reconstrucción de la famosa Batalla de Borodino, que tradicionalmente se celebra el primer domingo de septiembre en el mismo campo histórico al oeste de Moscú. Se trata de un espectáculo a muy gran escala, en el que participan cientos de soldados de caballería, alrededor de mil soldados de infantería y varias decenas de cañones.
La actitud hacia la reconstrucción histórica es ambigua. Alguien admira a esas personas, alguien se pregunta sinceramente: ¿los tíos adultos no han jugado suficientes soldados de plomo? ¿Realmente no hay nada más que hacer? Pero, sin embargo, este pasatiempo es útil: infunde interés en la historia de la patria, promueve el crecimiento del patriotismo y simplemente aumenta el nivel de desarrollo humano.