El esquema para cumplir un sueño es simple y consta de solo cuatro puntos: formulación, reflexión, preparación e implementación. Sin embargo, para hacer realidad el sueño, es necesario trabajar duro.
Instrucciones
Paso 1
Formulación. En esta etapa, sea más específico. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuál? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Cuándo? Haga tantas preguntas como sea posible y déles respuestas lógicas y precisas. De lo contrario, el universo puede sorprenderte.
Paso 2
Reflexión. Soñamos, pero aún no sabemos del todo cómo llevar a cabo nuestros planes. Por ejemplo, ir de viaje, comprar un coche, deshacerse de una enfermedad, etc. Imaginemos el lugar donde queremos visitar, cómo elegimos la ruta, el método de viaje, los lugares donde pararemos, qué haremos en el viaje, hagamos una lista de cosas que necesitaremos en el viaje. Y ahora estamos un paso más cerca de hacer realidad nuestros sueños.
Paso 3
Preparación. En primer lugar, debe recopilar información sobre el objeto de sus sueños. Sí, información, en primer lugar. Después de todo, es la ignorancia lo que hace que el sueño sea inalcanzable en la mayoría de los casos. No somos conscientes de los detalles, tal vez estamos experimentando una apariencia de miedo o incertidumbre. La información da confianza y fuerza.
Así, recopilamos información de interés, buscamos reseñas, entrevistamos a amigos, aparecen cada vez más preguntas y les encontramos respuesta. Esta etapa se puede comparar con la planificación empresarial.
Paso 4
Ejercicio. Una etapa importante en la empresa para lograr un sueño es su realización, es decir, la implementación de nuestro plan de negocios. Aquí utilizamos la información que logramos recopilar en la segunda etapa.
Paso 5
No hay garantías. Mucho trabajo y un poco de suerte. Pero lo principal es el deseo. La más mínima incertidumbre "¿Lo necesito?" - y una pirámide de aspecto sólido se tambaleó y necesitas empezar de nuevo. Entonces tienes que responder esta pregunta por ti mismo. Por ejemplo, el deseo de tener un automóvil no siempre es sincero, sino que muchas veces viene dictado por algunos factores externos, es decir, una cuestión de prestigio, no de necesidad. Un sueño ya no es un sueño, sino un deseo de verse así o aquello a los ojos de otras personas. Y ya la mente subconsciente no está buscando oportunidades, además, la pereza levanta la cabeza y los pensamientos son similares a "¡Ah, y así será!"