Las orquídeas son hermosas flores de interior. Hasta hace poco, solo se podía soñar con orquídeas, pero ahora decoran el interior de casi todas las personas que aman las flores. No es difícil adquirir orquídeas en la actualidad. Muchas floristerías tienen una gran variedad de opciones. Pero, ¿es siempre posible conservar la belleza adquirida en la tienda? El hecho es que las orquídeas son muy propensas a todo tipo de enfermedades. Para ellos, tanto el cuidado insuficiente como el excesivo pueden ser perjudiciales.
Enfermedades de las orquídeas
Las enfermedades de las orquídeas se pueden dividir en no infecciosas e infecciosas. Son las enfermedades no transmisibles las que se asocian con una atención inadecuada. Pueden debilitar el proceso de crecimiento de las plantas o incluso provocar su muerte, así como promover el desarrollo de microorganismos patógenos.
Enfermedades de las orquídeas no transmisibles
Muy a menudo, el amarilleo de las hojas se atribuye a enfermedades no infecciosas de las orquídeas. Este fenómeno es consecuencia de un cuidado inadecuado. Las razones que lo causan incluyen:
- hipotermia o congelación de la planta,
- riego excesivo o deficiente,
- bronceado,
- iluminación insuficiente.
Cabe señalar que no solo las quemaduras solares, sino también el vapor de la planta es un fenómeno frecuente con un cuidado inadecuado. Cocinar al vapor, en comparación con una quemadura, le causa mucho más daño, debido al hecho de que no solo las hojas, sino también los brotes, las yemas, el sistema radicular, es decir. casi toda la planta. Las hojas propensas a quemarse suelen estar cubiertas de manchas amarillas, mientras que el grado de quemadura es directamente proporcional a su área.
La hipotermia prolongada (más de 10 horas) también puede provocar la muerte de una orquídea. En este caso, los brotes vegetativos mueren y la planta deja de crecer y desarrollarse.
Para prevenir la aparición de enfermedades de las orquídeas no infecciosas, debe:
- evitar la hipotermia o la congelación de la planta, asegurando el régimen de temperatura óptimo para ella;
- normalizar el riego de la planta;
- seleccione el modo de iluminación requerido.
Las enfermedades de las orquídeas pueden desarrollarse por falta de luz. La falta de iluminación puede estar indicada por hojas de orquídea modificadas. En este caso, suelen adquirir una forma alargada y un color verde claro.
Enfermedades infecciosas de las orquídeas
Las enfermedades infecciosas de las orquídeas son más graves y requieren una acción adecuada. Su presencia se puede evidenciar por manchas de mosaico de hojas y flores, pequeñas manchas de varias formas: redondas, en forma de rayas, flechas.
Si existe la sospecha de una enfermedad viral, la orquídea debe aislarse inmediatamente de otras plantas y mostrarse a un especialista. Si se confirma la versión, será necesario destruirla para evitar la propagación de la enfermedad viral a otras plantas.
Las orquídeas a menudo son susceptibles a enfermedades bacterianas o fúngicas. Con las manchas bacterianas, algunas áreas de las hojas se vuelven amarillas, luego adquieren un tono oscuro y se cubren con úlceras húmedas.
Con este tipo de enfermedad, se debe hacer lo siguiente:
- aislar la planta;
- cortar las áreas afectadas,
- tratar las secciones con yodo o carbón activado triturado.
En ausencia de amarillamiento dentro de los 10 días, la planta se considera sana. Se puede devolver a su lugar original y seguir disfrutando de la belleza.