La guitarra rítmica, junto con el bajo y la batería, forma parte de la sección rítmica, es decir, instrumentos que interpretan partes rítmicas armónicas. Al mismo tiempo, ni en forma ni en calidad la guitarra rítmica puede ser inferior a la guitarra solista; se trata de configurar los efectos y la producción de sonido correcta.
Instrucciones
Paso 1
Ajusta el volumen. La guitarra rítmica debe ser audible, pero no debe abrumar a la guitarra principal ni a otros instrumentos. Si configura el volumen correctamente, habrá un fondo uniforme en el fondo del tejido musical.
Paso 2
Utilice la técnica de silenciamiento: con el borde de la palma de la mano, reduzca la vibración de las cuerdas al nivel de las pastillas o un poco más cerca del sillín. No aprietes, de lo contrario no habrá ningún sonido, pero tampoco te relajes: los acordes fuertes interrumpirán las partes melódicas, en las que hasta dos o tres sonidos suenan simultáneamente contra tus seis.
Paso 3
Al tocar la guitarra rítmica, se usa activamente una púa. Te permite puntear las cuerdas de manera firme y uniforme. Alterne los tiempos superiores e inferiores según los requisitos del compositor o su propio sentido común. Trate de seguir la lógica de la pieza: si necesita tocar un acorde al mismo tiempo, arrastre su púa a lo largo de las cuerdas con fuerza; si se especifica arpegio, puntee las cuerdas una por una según la parte.
Paso 4
Utilice voces neutrales y un mínimo de efectos. Con raras excepciones, no necesita croaks ni otras decoraciones que sean más adecuadas para actuaciones en solitario. En la medida de lo posible, cambie a un sonido "limpio", sin distorsión, pero tampoco abuse de él: de lo contrario, una pieza seria y agresiva corre el riesgo de convertirse en un romance lírico.