Hay muchas formas de atar las manos. Y cada uno a su manera es bueno e individual. El que se dará a continuación ni siquiera es una forma de atar las manos, sino más bien, solo un ejemplo de un nudo bueno y fuerte que se puede usar para muchos propósitos, incluso para atar las manos.
Este método de atar se basa en un nudo llamado estribo. ¿Por qué este nodo es bueno? Se puede atar fácilmente con al menos dos manos, al menos una. Dependiendo de la ubicación de las cuerdas, este nudo puede ser sin apriete o apretado, lo que le permitirá ajustarlo rápidamente en términos de tensión y diámetro. El "estribo" se usa ampliamente en alpinismo y escalada en roca, para crear bucles de soporte para asegurar la cuerda. Esto significa que el nodo está verificado y es confiable. Si las cuerdas corren paralelas entre sí desde el nudo, entonces el lazo no se estirará bajo carga y las cuerdas separadas permitirán ajustar el tamaño del lazo.
Es necesario
soga
Instrucciones
Paso 1
Para atar las manos al comienzo de la cuerda, debe hacer un nudo de tal manera que la cuerda sea simple, no doble. Aquí, la pulcritud y la ausencia de solapamientos en la cuerda doble son importantes. Ponemos el lazo en las manos del compañero conectadas por las palmas. Colocamos lazos de cuerda en las muñecas y los inspeccionamos en busca de superposiciones. Tiramos de los extremos libres de las cuerdas, ajustando así la tensión del bucle.
Paso 2
Sujetamos el nudo haciendo unos simples nudos alrededor del extremo largo de la cuerda con el extremo corto libre de la cuerda. Y eso es todo, el nodo está listo. Solo queda verificar la exactitud y precisión del trabajo. El nudo debe verse bien por fuera. Si el arnés es feo, el nudo es de mala calidad. De hecho, en un arnés feo hay superposiciones, vueltas y nudos de diferentes tamaños, atados incorrectamente. Además, la pareja debe estar cómoda y cómoda.
Paso 3
Las bobinas que cubren las muñecas no deben estar demasiado sueltas para que nada cuelgue. Si el dedo meñique apenas sube por debajo de ellos, entonces la tensión es la clave. Pero tampoco vale la pena apretarlos demasiado. Las bobinas deben presionar las manos entre sí con suavidad, pero también con fuerza, sin causar sensaciones desagradables y dolorosas.