La ortiga es una planta fibrosa valiosa que ha proporcionado a las personas materias primas de calidad para la fabricación de cuerdas duraderas y todo tipo de tejidos desde tiempos inmemoriales. El hilo de ortiga se caracteriza por una alta resistencia al desgaste y propiedades curativas.
Ortiga: una planta tan poco querida por los niños y los jardineros, llamada "hierba", de hecho, es una fuente valiosa no solo de materias primas medicinales y cosméticas, sino también la base para obtener un hilo duradero y respetuoso con el medio ambiente. El hilo de ortiga permite conseguir un lienzo sólido, muy cálido y cicatrizante en sus cualidades.
Cosecha de ortigas
La mejor materia prima para los filamentos de ortiga son las plantas recolectadas a principios de primavera o finales de invierno. Durante este tiempo, la naturaleza ha completado parte del trabajo importante: secó los tallos, los golpeó con los vientos y los endureció con las heladas. La ortiga se corta en la base, se separan la parte superior y las ramas pequeñas y luego se secan bien en casa. Una planta debidamente seca debe crujir cuando se rompe, y las fibras deben separarse fácilmente de las partes duras del tallo.
Procesamiento de materia prima
En una habitación bien ventilada o al aire libre, es necesario amasar bien, romper los tallos secos para liberar las fibras de todo exceso. Durante el trabajo, se genera una gran cantidad de polvo y pequeños desechos, por lo que no es deseable arrugarse en un apartamento de la ciudad. Se puede cortar manualmente los tallos doblando primero las ortigas en bolsas de lino o bolsas; esta precaución reduce la cantidad de polvo en el aire.
Para facilitar el proceso, puede utilizar dispositivos mecánicos: rodillos para escurrir la ropa de las lavadoras soviéticas; trituradoras artesanales, que son una base de madera con dos paredes laterales, en cuyos recortes se colocan tallos de ortiga y se amasan con una palanca unida a la trituradora. Como resultado del trabajo, se deben formar fibras de ortiga suaves y fuertes.
La limpieza de las fibras de pequeños fragmentos de tallos se logra escabulléndola: la masa de ortiga resultante se elimina con un palo suave, primero en el peso, luego, colocándola sobre una superficie plana y aplicando fuertes golpes. Después de dicho tratamiento, el bulto resultante debe sacudirse y amasarse completamente en sus manos para eliminar las partículas que mantienen unidas las fibras. Un manojo de ortigas arrugadas se pellizca con los dedos y comienza a frotar como al lavar la ropa; después de este procedimiento, los espacios en blanco del hilo deben quedar limpios, sedosos y suaves.
Con la ayuda de peines, el futuro hilo se peina cuidadosamente y se clasifica por longitud en fibras cortas, medianas y largas. Para la fabricación de hilo de ortiga, solo son adecuados los espacios en blanco largos, llamados estopa, todo el resto se utiliza para la fabricación de productos no tejidos.
Fabricación de hilos
Para formar un hilo, es conveniente sujetar la estopa con la mano izquierda, y con la mano derecha sacar las fibras individuales y, retorciéndolas en una dirección, enrollar el hilo resultante en cualquier objeto que sustituya al huso: una vara lisa, un lápiz, un rotulador. Para que el hilo se forme mejor, se recomienda tener a mano un recipiente con agua para mojar los dedos durante el trabajo.