Los mundos fantásticos fascinan a niños, adolescentes y adultos por igual. Te encuentras pensando que necesitas urgentemente tomar papel y un lápiz y crear tu propio planeta con relieves y naturaleza poco realistas. Muchos artistas ya han pintado sus mundos y la gente mira sus pinturas con interés.
Es necesario
- - una hoja grande de papel;
- - brújulas;
- - lápiz.
Instrucciones
Paso 1
Dibuja un círculo en una hoja grande de papel con una brújula. Piense en la superficie que tendrá el planeta. Tienes tantas opciones diferentes que serán suficientes para más de una docena de mundos. Estos pueden ser cráteres enormes, dunas de arena, agua o grietas y fallas profundas. Marca los objetos más grandes de la superficie del planeta.
Paso 2
Si la capa superior de un cuerpo celeste es heterogénea, es decir, está formada por océanos (de agua o lava) y continentes, esboce los contornos de este último. Trabajando con un lápiz con diferentes fuerzas de presión, resaltando algunas áreas, puede lograr un relieve volumétrico de áreas terrestres.
Paso 3
Dibuja pequeñas islas si quieres que estén en el planeta. El desnivel del relieve submarino también se puede mostrar en claroscuro. Haga que las áreas poco profundas cerca de la tierra sean claras y sombree intensamente las depresiones profundas.
Paso 4
En la superficie de diferentes continentes, representan diferentes climas. Si el planeta es muy diferente a la Tierra, allí pueden crecer bosques de cristales y encajes metálicos. Y los animales enormes se alimentarán de los frutos de estas plantas, piense usted mismo en su apariencia.
Paso 5
Recuerda los cuentos de hadas y las obras fantásticas de escritores famosos, allí encontrarás muchas ideas para crear un paisaje original en tu planeta. Ríos de leche y árboles de jengibre, casas ambulantes y fuentes de llamas, enormes flores brillantes y espejismos transparentes. No limites el vuelo de tu imaginación, actúa con un lápiz en cuanto te llegue la siguiente idea.
Paso 6
Dibuja el segundo lado del planeta, creando así un mapa. Estilícelo como viejas cartas de marinero, para esto estudia dibujos antiguos e intenta imitarlos. Cubre tu obra de arte con una capa de pintura transparente, por ejemplo, acuarelas, haz que el color sea similar al color del pergamino amarillento. Corta los bordes de la hoja de manera desigual y quémalos a la llama de velas o encendedores (¡con cuidado, no quemes la obra maestra!).