Si al comienzo del juego tu oponente contraataca con cartas de triunfo, lo más probable es que juegue mal las cartas. Y si también camina con cartas de triunfo, siéntase libre de tomarlas, mientras trata de asegurarse de que arroja cartas grandes de las que no son de triunfo. Es mejor rechazar el siguiente movimiento. Pero en este caso, ganar al tonto no es un problema. Pero, ¿y si los jugadores tienen experiencia?
Instrucciones
Paso 1
Trate de contraatacar, siempre que sea posible, con esas cartas de las que tiene varias. Por ejemplo, si recibe un siete y tiene dos decenas y un ocho, es mejor luchar con un diez. Entonces es menos probable que te arrojen las cartas.
Paso 2
Trate de deshacerse de las cartas más bajas en el transcurso del juego y no tenga más de dos cartas del mismo palo en sus manos (a menos que, por supuesto, sean cartas de triunfo). De lo contrario, es posible que no se defienda.
Paso 3
Hacer que el oponente se deshaga de las cartas de triunfo es una de las habilidades más efectivas. Si tiene varias cartas del mismo palo que no sea de triunfo, baje. Es muy posible que el oponente no tenga cartas para contraatacar, y tomará o contraatacará con una carta de triunfo. Si el oponente ha lanzado una gran carta de triunfo, no lo "pellizque" lanzando más cartas. Deja que la carta de triunfo vaya al bito.
Paso 4
Bluff. Tampoco lo olvides. Digamos que estás jugando con varios oponentes y tienes 3 cartas de triunfo: rey de tréboles, nueve de tréboles y siete de tréboles, siempre que el as de triunfo no esté contigo. Vinieron a ti con un as de diamantes, contraataca con un nueve. Responde la siguiente carta con el rey. Los jugadores pensarán que no tienes cartas de triunfo, por lo que lanzarán algún as que no sea de triunfo, al que vencerás con un siete. Esta técnica debe usarse con precaución y no con demasiada frecuencia, porque no siempre funciona.
Paso 5
Bueno, la habilidad más importante que te permite ganarle a un tonto es memorizar cartas. Al recordar las cartas que están fuera del juego, puede calcular sus movimientos con más cuidado. Además, al final del juego, incluso puedes calcular cuántas cartas tiene tu oponente y cuáles son. Y esto ya es una ventaja indudable.