La traducción de ficción es un proceso verdaderamente creativo. Un traductor de obras de ficción puede legítimamente llamarse escritor. Cuando traduce un libro de uno de los idiomas extranjeros, prácticamente lo crea desde cero.
Los traductores profesionales consideran que la traducción literaria es una de las áreas más difíciles de su trabajo. No se puede comparar ni con la traducción comercial ni con la traducción simultánea, que no requiere la armonía de las frases y la preservación del estilo.
Las principales características de la traducción literaria
Independientemente del idioma en el que esté escrita la obra, una traducción literaria debe preservar su atmósfera y el estilo del autor. Al mismo tiempo, la traducción literaria no debe ser literal. Más bien, por el contrario, se trata de una traducción muy libre y libre que no requiere precisión.
Una de las características de la traducción literaria es la relación con las características del texto original. A menudo, un traductor tiene que trabajar con frases fraseológicas o un juego de palabras. Si se traducen literalmente, se perderá el significado del texto. Para evitar que esto suceda, el traductor debe encontrar frases similares y jugar con palabras en el idioma al que se está traduciendo el texto. De esta forma, podrá preservar el humor inherente a la obra de su autor.
Una traducción verdaderamente digna de una obra de ficción solo puede realizarla un traductor con talento para escribir. Solo un traductor con talento creativo puede evocar en los lectores los mismos sentimientos y experiencias que surgirían al leer el original.
Otra característica de la traducción literaria es el cumplimiento del estilo de la época y el contexto cultural de la época reflejado en la obra. Para ello, el traductor debe investigar la época a la que pertenece la obra, así como la cultura y tradiciones del país en el que se desarrolla la acción.
Traducción de poesía
La mayor dificultad es la traducción de poesía. Cualquier poema en una traducción literal se convierte en un conjunto de palabras incoherentes. El traductor tiene que recomponerlo prácticamente. Por lo tanto, los poetas profesionales se dedican con mayor frecuencia a la traducción de poesía, a veces tan destacados como Valery Bryusov, Boris Pasternak, Samuil Marshak. A veces, una traducción poética se convierte en una obra original completamente independiente y su traductor se convierte en un autor de pleno derecho. Por ejemplo, esto sucedió con la balada romántica de Goethe "El zar del bosque" traducida por Vasily Andreevich Zhukovsky.
Hoy, lamentablemente, no todo el mundo habla idiomas extranjeros, y muchas obras encuentran a sus lectores en todos los rincones del planeta, principalmente gracias al arte de los traductores de ficción.