En la familia de las Asteraceae o Asteraceae, destaca una hermosa planta herbácea silvestre llamada gerbera, que crece principalmente en Sudamérica, China, Japón, India y en algunas regiones de África. La flor que decora los alféizares de las ventanas y las logias requiere un cuidado especial en el hogar.
Iluminación para gerbera
Gerbera ama la luz del sol brillante. En verano, la planta se puede sacar al balcón; en invierno, se debe encender la luz artificial. Además, la habitación que contiene esta flor debe estar constantemente ventilada.
La temperatura óptima a la que la gerbera te deleitará con una floración abundante debe ser de 20-25 grados. Si limita el riego y mueve la maceta de gerbera a una habitación donde esté a 10-15 grados, la planta puede entrar en un estado inactivo.
Regando gerbera
Una hermosa gerbera es una planta muy caprichosa, un factor importante en cuyo cuidado es el riego adecuado. Es necesario regar esta planta diariamente tanto en verano como en invierno, mientras se usa agua tibia (al menos 20 grados).
A la planta le encanta ser rociada. Para ello, se utiliza agua de una temperatura similar. Regar con agua fría puede hacer que la planta en maceta muera.
Trasplante de una habitación gerbera
El mejor momento para trasplantar esta belleza es la primavera. Necesitarás tierra, arena, sphagnum (musgo). Los componentes anteriores se toman en una proporción de 2: 1: 1. El suelo debe ser neutro, ideal para plantas de interior. En ningún caso se recomienda agregar gerbera, compost o humus al suelo en el que crecerá la gerbera. No es necesario cortar esta planta.
Alimentación de gerbera
Recuerde que la alimentación frecuente es una regla obligatoria para cuidar esta belleza. Lo mejor es usar fertilizantes minerales con una gran cantidad de microelementos 3-4 veces al mes. Especialmente se requiere alimentación durante la temporada de crecimiento activo para que la planta crezca, florezca y tenga un sistema inmunológico saludable.
Enfermedades y plagas de la gerbera
La mosca blanca, el mildiú polvoriento, el fusarium, el tizón tardío y la araña roja son plagas típicas de una flor como la gerbera. Varias enfermedades fúngicas pueden indicar que su planta tiene una inmunidad débil, un suelo demasiado húmedo o que la flor está expuesta a un riego excesivo.
Por lo tanto, cuidar una gerbera en casa no es tan difícil. Y esta planta te agradecerá tu paciencia con hermosas flores.