La intuición de las mujeres es fuente de conjeturas, bromas y anécdotas para los hombres. Sin embargo, muchos de ellos tuvieron que lidiar con casos en los que su cónyuge predijo eventos, advirtió contra el fracaso y simplemente eligió la mejor solución al problema. Entonces este sexto sentido está funcionando de alguna manera.
Carl Gustav Jung en sus obras argumentó que parte de la psique humana guarda en sí misma el llamado "inconsciente colectivo", la experiencia acumulada por generaciones de personas. Es gracias a él que muchos temen intuitivamente la oscuridad, las alturas o la comida desconocida, porque para los pueblos antiguos estos eran peligros muy serios, y su memoria se ha conservado. Además, cada persona tiene su propia experiencia de vivir varios eventos. Aquí es donde funciona la intuición. La mente subconsciente impone un problema existente en la experiencia de años pasados y toma la decisión correcta.
Las personas de sentimientos sutiles son más propensas a las manifestaciones del sexto sentido. Una gran experiencia emocional queda capturada en su memoria, porque experimentan una gama de sentimientos mucho más amplia que los racionalistas moderados. Son las emociones las que les ayudan a sentir rápidamente el resultado del próximo evento. Lo que se llama intuición femenina está disponible para algunos hombres, pero entre el buen sexo hay personas mucho más vulnerables e impresionables.
La tendencia a tomar decisiones intuitivas es inherente a la mujer por naturaleza. Una madre joven tiene que adivinar lo que quiere su bebé: comida, atención o no se siente bien. El hombrecito no puede explicar sus necesidades, así que la mujer tiene que adivinar. Y lo hace bien. Posteriormente, la intuición femenina se extiende a todos los ámbitos de actividad.
Por lo general, las niñas entienden el lenguaje de señas mejor que los jóvenes, por lo que pueden sacar conclusiones basadas en pequeños detalles que ni siquiera podrán recordar más tarde. El interlocutor tenía las manos sudorosas, periódicamente giraba el mango y arrugaba la frente, y ahora la mujer le pide a su esposo que no haga un trato, ya que tiene el presentimiento de que lo engañarán. Ella no puede explicar por qué llegó a tal conclusión, pero su mente subconsciente interpretó correctamente el lenguaje de señas. A veces, la intuición de una mujer es una cadena de inferencias lógicas.