Un exfoliante es un producto cosmético que ayuda al sexo justo a exfoliar la piel, dejándola suave y fresca. No es difícil hacer esta herramienta en casa, los costos, tanto en tiempo como en dinero, son pequeños.
Exfoliantes caseros
Exfoliante de avena
En un tazón, debe mezclar una cucharada de harina de avena triturada (la más simple, sin aditivos), una cucharada de miel y una cucharadita de aceite de ricino. Aplicar la masa resultante sobre la piel húmeda del rostro, masajear suavemente con movimientos circulares durante uno o dos minutos, luego enjuagar con agua fría. Tal exfoliante exfolia perfectamente la piel, la suaviza y la nutre.
Exfoliante de azúcar
En un bol, mezcle una cucharada de azúcar morena, una cucharada de almendras picadas y una cucharada de sémola. El producto está listo. Humedece la piel del rostro con agua, luego vierte un exfoliante seco en las palmas y masajea suavemente todo el rostro, evitando, por supuesto, la zona del contorno de ojos. Lavar con agua tibia. Vale la pena recordar que este remedio es bastante agresivo, por lo que inmediatamente después de usarlo, la piel debe lubricarse con una crema hidratante o nutritiva.
Exfoliante casero
En un tazón hondo, mezcle tres cucharadas (cucharadas) de café molido, dos copos de avena, cinco de puré de frutas, uno de aceite sin refinar.
Aplicar el exfoliante terminado sobre un cuerpo limpio al vapor, masajear suavemente durante varios minutos y dejar actuar sobre la piel durante 10-15 minutos. Transcurrido el tiempo, enjuague con agua tibia. Este exfoliante exfolia perfectamente la piel, haciéndola más elástica, suave y aterciopelada. Con el uso prolongado, la piel se nivela significativamente, los signos de celulitis desaparecen.
Exfoliante de labios en casa
Remoje dos o tres almendras en agua durante 12 horas. Transcurrido el tiempo, tritúrelos y mézclelos con unas gotas de glicerina. Aplicar la mezcla resultante en los labios, dejar actuar durante tres minutos, luego masajear suavemente y enjuagar con agua fría. El producto también se puede quitar con un algodón húmedo.