Jane Fonda es una popular actriz, escritora, productora y modelo estadounidense. La admiración de los fanáticos se debe no solo a la exitosa carrera de Fonda, sino también a su apariencia impecable: en sus años maduros, la actriz conserva una figura esbelta y comparte voluntariamente sus secretos de belleza.
Niñez y juventud
La futura estrella de cine nació en una familia difícil: su padre era el brillante Henry Fonda. Desafortunadamente, la madre de la niña soñaba apasionadamente con su hijo, sin mostrar mucho amor por el bebé. A pesar del bienestar exterior, la primera infancia de Jane no fue despejada: su madre la fastidiaba constantemente y su padre estaba demasiado ocupado con su propia carrera. Posteriormente, la niña admitió que muchos de sus problemas y complejos provienen de la niñez. Durante mucho tiempo, Jane estuvo segura de su propia falta de atractivo e incomodidad; su madre nunca se cansaba de recordárselo.
A la edad de 9 años, la niña experimentó la primera conmoción fuerte: en un ataque de trastorno mental, su madre se suicidó. Henry Fonda pronto se volvió a casar, su madrastra logró establecer una relación cálida con el niño, por lo que la situación en la familia volvió gradualmente a la normalidad.
Después de graduarse de la escuela secundaria, Jane no estaba segura de qué hacer. Para empezar, ingresó en un colegio privilegiado para niñas y luego se fue para estudiar pintura en París. Cuando regresó, trabajó como modelo de moda, y continuó estudiando arte y practicando en idiomas extranjeros.
La reunión con el director Lee Strasberg, celebrada en 1958, resultó fatídica. Fue él quien aconsejó a la joven Jane que se probara a sí misma como actriz y le enseñó los conceptos básicos de la habilidad. Después de un estudio de dos años en el estudio de Strasberg, Fonda recibió una oferta extremadamente tentadora para una aspirante a actriz: el papel principal en la película An Incredible Story. Es cierto que las malas lenguas argumentaron que tal privilegio no era tanto un reconocimiento del talento de la joven actriz como una cortesía hacia su padre. La película fue dirigida por el buen amigo de Henry, Joshua Logan. La película no recibió mucha atención de la prensa y el papel de Jane pasó casi desapercibido.
Carrera profesional
El destino le dio una segunda oportunidad después de 2 años. En 1992, Fonda protagonizó la película A Walk on the Wild Side. Los críticos notaron la apariencia atractiva de la joven actriz y elogiaron condescendientemente sus cualidades profesionales. Sin embargo, la siguiente película fue un verdadero fracaso: por su papel de ama de casa en la película "The Chapman Report", Jane recibió el poco halagador título de peor actriz del año. Los críticos dejaron en claro que el trabajo serio estaba más allá de su poder, la suerte de una rubia espectacular era el papel de bellezas sexys tontas en películas de comedia económicas.
Habiendo fracasado en Hollywood, Fonda se mudó a París. Conocer a Roger Vadim se convirtió en un punto de inflexión en su carrera. El director se convirtió en el primer marido de la actriz y le proporcionó trabajo. El resultado del "período parisino" fueron varios papeles en las pinturas de Vadim, que gozaron de la aprobación del público y la crítica. A la audiencia le encantó la apariencia de la actriz, su acento americano, su desenvoltura y estilo. Sin embargo, no se previeron papeles dramáticos serios. El resultado fue un regreso a los Estados Unidos y una oferta fatídica de Sidney Pollack: un papel en la película "Ellos disparan caballos, ¿no?" La actriz hizo frente brillantemente a un papel difícil y fue nominada para "Okar", pero no recibió la codiciada estatuilla.
La propia Fundación consideró los años 70 como los más productivos para sí misma. Comenzaron con los primeros Oscar y Globos de Oro para Klute, seguidos de un Globo de Oro en Julia en 1976 y un segundo Oscar por el papel principal en Homecoming.
Simultáneamente con el rodaje de la Fundación, se dedicó a producir, junto con su segundo marido, participó activamente en la política. En 1984, Jane ganó el premio Emmy de televisión más prestigioso a la mejor actriz por The Puppet Master. En los 90, la actriz anunció su retirada del gran cine, pero en 2005 regresó con un trabajo brillante y memorable en la película de comedia “Mi suegra es un monstruo”. Jennifer Lopez se convirtió en la coprotagonista de la película.
Otra página inusual en la vida de Jane Fonda está asociada con los deportes. La actriz ha creado su propio sistema de aeróbic apto para principiantes. El programa fue un éxito increíble y le reportó una fortuna a la actriz. Fonda grabó programas de televisión, publicó libros, abrió una red de gimnasios que promueven activamente el nuevo sistema.
Vida personal
La eficaz, activa y carismática Fonda nunca ha sufrido una falta de atención masculina. Estuvo casada tres veces, pero hoy permanece soltera y libre.
El primer marido de la actriz fue el director francés Roger Vadim. El matrimonio duró 8 años y la Fundación regresó a Estados Unidos con su pequeña hija Vanessa. Jane tiene un hijo de su segundo matrimonio con el político y empresario Tom Hayden. El segundo marido involucró a la actriz en actividades políticas activas, pero ya en 1990 la pareja se separó.
El tercer matrimonio con el telemogue Ted Turner duró 10 años. El resultado es predecible: traición al cónyuge y divorcio. A pesar de los contratiempos en la vida familiar, la actriz logró mantener buenas relaciones con todos sus exmaridos. El hijo y la hija continuaron las tradiciones de la familia de la Fundación. Vanessa se convirtió en un productor exitoso, Tom se encontró en una carrera como actor.
Hoy, Jane vive sola, pero no se siente sola. Escribe libros, viaja, le encanta conocer hijos y nietos, da entrevistas de buena gana, donde habla no solo de su carrera, sino también de los secretos de su propia belleza inmaculada.