El Planetario de Moscú, uno de los más grandes del mundo, comenzó a funcionar en noviembre de 1929. Fue construido en el centro de Moscú, cerca de la calle Sadovo-Kudrinskaya y del zoológico. El planetario jugó un papel importante en la popularización de la astronomía y la promoción de puntos de vista científicos sobre el origen y la estructura del Universo entre los ciudadanos de la URSS.
En 1977, se reconstruyó el Planetario de Moscú y en él se instaló el aparato controlado por software más moderno, fabricado por la famosa empresa Carl Zeiss Jena. Y en 1990 se abrió con él un observatorio nacional.
Desafortunadamente, el período que pasó a la historia rusa con el nombre de "Locos 90" tampoco pasó por el planetario. En 1994, se cerró, resistió una larga serie de cambios en las formas de propiedad, juicios, y comenzó a funcionar nuevamente solo el 12 de junio de 2011. Durante 17 años, el planetario no introdujo a la gente a la astronomía, no realizó trabajos científicos y educativos. El único consuelo en esta triste historia: después de que pasó a ser propiedad del departamento de propiedades de Moscú, se llevó a cabo una reconstrucción seria y largamente esperada.
Actualmente, en el nivel subterráneo inferior del planetario hay una pequeña sala de estrellas (la única en Rusia equipada con una pantalla de domo, sillas dinámicas y proyección estéreo), el museo Lunarium, donde se pueden ver exhibiciones relacionadas con la astronomía y la física, así como un cine 4D … En el primer nivel, hay una parte del Museo Lunarium, donde se exhiben exhibiciones que cuentan la historia de la exploración espacial, así como el Museo Urania, que lleva el nombre de la antigua musa griega, la patrona de la astronomía y las matemáticas. En este museo, los visitantes pueden aprender sobre la historia del planetario, comenzando con su diseño en la década de 1920.
En el segundo nivel, los visitantes encontrarán una plataforma de observación astronómica "Sky Park", donde se presentan instrumentos astronómicos antiguos, y se ubica un observatorio con dos telescopios bastante grandes: un refractor con un objetivo de lente de 30 centímetros de diámetro; y un reflector con un espejo principal de 40 centímetros de diámetro. Dependiendo de la temporada, el clima y el estado de la atmósfera, se ofrece a los visitantes un programa de observación diferente. Aunque debo decir francamente que en las condiciones de la iluminación más fuerte de Moscú, los objetos del espacio profundo (nebulosas, galaxias, cúmulos de estrellas) no se ven muy impresionantes incluso con instrumentos tan poderosos.
En el tercer nivel, hay una gran sala estrellada, cuya cúpula, con un diámetro de 25 metros, es la más grande de Europa. Con la ayuda del proyector de fibra óptica más moderno del cielo estrellado, un visitante puede ver hasta 9 mil estrellas en la cúpula.