Una alegría aparte en el parque de atracciones, además de los carruseles y el algodón de azúcar, son las figuras que están hechas de globos. Puedes torcerlos en casa, sobre todo porque se basan en el mismo principio de montaje, que demostraremos en el caniche "air".
Instrucciones
Paso 1
Infle el globo aproximadamente 4/6 de su volumen. No debe bombearse más fuerte, porque al girarlo simplemente puede explotar. El extremo de la bola se puede atar con hilo o anudar. La segunda opción es preferible por la apariencia del juguete.
Paso 2
Empiece a dar forma a la figura del perro desde la cabeza. Divida mentalmente la longitud del globo en seis partes (incluido el segmento que no está lleno de aire). Aproximadamente una sexta parte irá a la cara. Agárralo con los dedos de tu mano izquierda (del lado con el que se ata la pelota), con tu mano derecha agarra la pelota un centímetro hacia la derecha y gira las manos entre sí, girando la pelota dos o tres veces.
Paso 3
Seleccione la siguiente pieza un poco más pequeña y gírela de una vuelta exactamente en el medio; así es como obtiene las orejas de caniche. En la base de la segunda oreja, haga rodar la bola una vez y luego gírela junto con la base de la primera oreja.
Paso 4
A continuación, necesitas hacer las piernas. Marcando la longitud deseada mentalmente de la pata del perro, gírela en dos vueltas, retroceda un par de centímetros y haga un pie redondo del caniche, inmediatamente después de eso, la segunda y luego la segunda pata. Una vez conectado a la base del primero, mida la longitud del cuerpo y luego construya otro par de patas.
Paso 5
Durante las manipulaciones enumeradas, el aire llenará la parte vacía de la bola, a partir de la cual se hará la cola. Dado que los caniches se vuelven reconocibles debido a su corte de pelo especial, vale la pena imitarlo también en el perro globo. Para hacer esto, al final de la cola, haga el mismo segmento pequeño que en los extremos de las patas del "animal".
Paso 6
Dibuja los ojos, la nariz y la lengua en el juguete terminado con un marcador permanente. Es mejor no usar marcadores ordinarios: se colocarán de manera desigual sobre la superficie resbaladiza de la pelota y ensuciarán las manos de todos los que la toquen.