El jabón se ha utilizado desde tiempos inmemoriales. Cuando aún no existía el jabón, los antiguos griegos, por ejemplo, limpiaban el cuerpo con arena fina traída de las orillas del río Nilo. Los antiguos egipcios usaban una solución de agua y una pasta de cera de abejas como jabón. Desde tiempos inmemoriales, el jabón se consideraba un artículo de lujo y se valoraba junto con las medicinas y las pociones caras. En nuestro tiempo, la humanidad no puede imaginar la vida sin jabón. Y al mismo tiempo, ya no lo apreciamos, arrojando sin piedad los restos, aunque se les puede dar una segunda vida.
Es necesario
- 1 - restos;
- 2 - 1 cucharada de miel;
- 3 - 1 cucharada de glicerina;
- 4 - unas gotas de cualquier aceite esencial;
- 5 - licuadora.
Instrucciones
Paso 1
Frote con un rallador fino todas las sobras que se hayan acumulado en el baño. Cuantos más restos tengas, mejor.
Paso 2
Vierta los restos rallados en un vaso de agua hirviendo. Batir rápidamente con una licuadora hasta que quede suave para que no se formen grumos.
Paso 3
Agregue miel, glicerina líquida, aceite esencial a la mezcla resultante. Vuelve a batir con una batidora.
Paso 4
Deja que la mezcla se enfríe durante 15 minutos. Luego agregue 1/3 taza de agua fría y vuelva a batir con una licuadora. Vierta la mezcla en un dispensador. El jabón líquido está listo.