El dibujo es una forma poderosa de expresar emociones. No en vano, muchas de las técnicas de las artes visuales se utilizan en la arteterapia. Si quieres salpicar tu estado de ánimo o guardar un recuerdo de él, dibújalo en un papel.
Instrucciones
Paso 1
La forma más directa de expresar un estado de ánimo es pintar un autorretrato. Puedes elegir el estilo clásico. Para hacer esto, necesita un espejo y conocimiento de las proporciones de la cara. Elija el ángulo más adecuado, exponga, si es necesario, iluminación adicional.
Paso 2
Primero, esboce el dibujo, determinando la altura y el ancho de la cara. Coloque los labios, la nariz y los ojos en ejes separados y determine cuál debe ser su tamaño y forma. Tenga mucho cuidado al dibujar la forma de las partes de la cara; el estado de ánimo que aparece en la imagen depende de ello.
Paso 3
Si tiendes a ser gracioso acerca de tus propios cambios de humor, recíbelo como una caricatura. Representa el cambio en la expresión facial de forma exagerada: agranda los ojos, levanta las cejas de forma poco natural, etc.
Paso 4
También se requiere la distorsión de los rasgos faciales naturales si desea pintar un retrato en una de las direcciones abstractas. Aquí puede transmitir el estado de ánimo mediante la elección de formas y colores, que pueden diferir de los colores naturales.
Paso 5
Sin embargo, puede reflejar el estado de ánimo no solo a través de su propia imagen. Será conveniente mostrar el desarrollo de tus pensamientos y sentimientos en forma de cómic. Piensa en una historia corta en 3-5 oraciones. Divídalo en episodios, dibuje un "marco" separado para cada uno. Piense en la composición de cada sección y luego en el estilo de dibujo del cómic completo. La forma y el color de la fuente también ayudarán a resolver el problema si desea agregar texto a la historia.
Paso 6
Cuando busque formas y líneas para transmitir su estado de ánimo, puede confiar en la oportunidad. Dibuja un dibujo usando monotipos o borrones. Mezcle el tono deseado de acuarela, gouache o acrílico en la paleta. Aplíquelo sobre un cartón liso brillante o un trozo de vidrio. Presiónelo contra una hoja de papel. Eche un vistazo más de cerca al punto resultante: verá una determinada trama en él, que queda por complementar con varias líneas. Las manchas de tinta o pintura, esparcidas al azar sobre el papel, también pueden convertirse en una pista para la imaginación.