La historia del cine tiene solo cien años, durante los cuales la industria ha experimentado tres saltos cualitativos. Primero, el sonido apareció en las películas, que luego se agregó a las cintas antiguas. Luego, la audiencia vio los primeros colores en la película y, pronto, se encontró una forma de colorear las imágenes ya publicadas. No es de extrañar que con el advenimiento de la imagen "volumétrica", comenzara una nueva ola de "restauraciones", bajo las cuales también cayó el legendario "Titanic".
Por supuesto, nadie volvió a filmar la película. Local 3D es un efecto de computadora superpuesto a la versión original de la película de 1997. El director de la película, James Cameron, quería agregar algo de volumen a Titanic en 2004, cuando comenzó a desarrollar Avatar, pero por razones obvias, no había tiempo para eso.
La demora solo fue beneficiosa para la conversión: filmar la epopeya sobre el planeta Pandora le dio a Cameron una experiencia 3D sin fin y una idea clara de cómo lograr la máxima profundidad de la imagen.
El relanzamiento de la cinta se programó para que coincidiera con el centenario del naufragio. Más de 300 artistas gastaron 18 millones de dólares en 15 meses de trabajo; por cierto, la conversión suele tardar entre 3 y 4 meses. Cameron vio personalmente cada episodio y editó los más mínimos matices, luego de lo cual admitió que hacer una película en tres dimensiones es mucho más fácil que agregar un efecto en la postproducción.
Si no entra en los detalles del proceso tecnológico, entonces la tecnología 3D se puede describir como "convergencia" de dos imágenes. En cualquier sala, el espectador, quitándose las gafas, verá que la imagen en la pantalla se duplica: los objetos cercanos están literalmente duplicados, los distantes solo están ligeramente manchados. Para simplificar la explicación, podemos decir que la tarea del artista es "calcular" la distancia a cada punto de la pantalla y agregar el efecto de bifurcación correspondiente al marco.
En muchas películas, el problema se resuelve de forma sencilla: se introducen 2-3 capas (primer plano, centro, fondo) y la acción se convierte en un teatro de figuras de cartón (“Destino 4”). Evidentemente, el director más taquillero de la historia no habría permitido semejante "basura": en sus propias palabras, el fanatismo llegaba casi al dibujo detallado de los cabellos individuales de los personajes.
El equipamiento para la proyección de la película también juega un papel importante. La parte final del desarrollo fue la "optimización" de la imagen para diferentes tecnologías: hoy el "volumen" se crea utilizando tecnologías IMAX, RealD, Dolby 3D, cada una de las cuales tiene sus propias ventajas y desventajas, que debían tenerse en cuenta para presentar a los espectadores la imagen más confiable.