Los ficus son una de las plantas de interior más populares apreciadas por su apariencia decorativa y su relativa sencillez. En otoño e invierno, en muchas especies de ficus, las hojas comienzan a caerse en pequeñas cantidades, pero si la planta arroja mucho follaje, incluso en primavera y verano, debe tener más cuidado con las condiciones de su mantenimiento.
Cultivando ficus en casa
Hay alrededor de ochocientas variedades de ficus, que pueden tomar la forma de un árbol, arbusto o liana, pueden ser de hoja perenne o caducifolios. En casa, se cultivan con mayor frecuencia ficus de Benjamin, ficus rastreros, gomosos, similares a liras y otras especies.
La mayoría de ellos no tienen pretensiones: a estas plantas les gustan los lugares bien iluminados con luz difusa, no requieren riego frecuente, toleran bien las bajas temperaturas en invierno y crecen aún mejor en la frescura, y aman el calor en verano. Los ficus son intolerantes con dos situaciones: cuando cambian de ubicación o cuando se encuentran en una corriente de aire.
Las hojas de Ficus viven hasta 2-3 años, luego se vuelven amarillas y se caen, este es un proceso natural, crecen nuevas en lugar de hojas caídas, por lo tanto, una planta sana siempre tiene una corona verde densa.
Si los ficus comenzaron a perder hojas más rápido y más abundantemente, entonces debe buscar otras razones para esta reacción y eliminarlas.
Razones para la caída de hojas en ficus
Una de las razones más comunes por las que las hojas se caen de un ficus es una corriente fuerte. Estas plantas aman el aire en calma y responden a los ligeros golpes de la brisa con hojas amarillentas y caídas. Encuentre un lugar adecuado para la planta de ficus, con mucha luz y bien protegido de las corrientes de aire. Pero recuerde que después de la reorganización, la planta tarda mucho en acostumbrarse a un nuevo lugar y reacciona al movimiento dejando caer las hojas de la misma manera. Los ficus están muy estresados y moverlos de un lugar a otro también puede hacer que las hojas se caigan. Reaccionan de manera especialmente brusca si los coloca en lugares oscuros.
Un ficus bien iluminado comienza a cubrirse rápidamente con nuevas hojas de color verde claro.
Los ficus no tienen pretensiones cuando se trata de regar, pueden soportar un secado prolongado. Pero estas plantas tratan mal el encharcamiento, si se riegan con frecuencia y abundantemente, las hojas también pueden caerse. Si este es el caso, entonces debe tomarse un descanso del riego durante dos semanas. Si, como resultado, el ficus continúa perdiendo hojas, significa que las raíces tienen tiempo de pudrirse; la flor debe ser trasplantada, eliminando las raíces podridas.
A pesar de que los ficus no toleran un suelo demasiado húmedo, les gusta el aire interior húmedo, idealmente alrededor del 75%. El aire demasiado seco también provoca la caída de las hojas, por lo que es aconsejable rociar la planta con más frecuencia.
En ocasiones el ficus muda sus hojas por falta de nutrientes, en cuyo caso es necesario alimentarlo con minerales y fertilizantes orgánicos dos veces al mes en primavera y verano. Además, tenga cuidado de no infestar la planta con plagas, como la araña roja, que hace que aparezcan y se caigan pequeñas manchas blancas en las hojas.