Kurai no solo es una planta medicinal extremadamente útil, también puede producir una música increíblemente hermosa. Esta planta tiene un tallo hueco, cuando es roído por gusanos, los agujeros comienzan a sonar bajo la influencia del viento. Cuenta la leyenda que un joven, habiendo escuchado estos maravillosos sonidos, fue a su encuentro y vio que las plantas los emitían. Se llevó uno a los labios y comenzó a tocar, desde entonces el kurai se ha utilizado como instrumento musical.
Instrucciones
Paso 1
Al hacer kurai, no use plantas jóvenes, espere hasta el final del verano, principios del otoño, ya que los tallos deberían fortalecerse completamente. Corte las plantas de la siguiente manera: agarre el tallo con las manos, mida de 8 a 10 veces el ancho de la palma y luego corte. Luego seque bien las piezas de trabajo en un lugar protegido de la luz solar y haga cinco agujeros. Corta los agujeros desde la parte inferior, uno a una distancia de dos dedos, tres más a una distancia de dos dedos y el último en la parte de atrás. Haz la longitud del kurai de 570 mm a 810 mm. También tenga en cuenta el siguiente punto: las paredes de la planta no deben ser demasiado gruesas, de lo contrario no podrá lograr un sonido de alta calidad mientras juega. En la antigüedad, los maestros lograron engañar a la naturaleza, cortaban el kurai justo durante su floración y luego llenaban su tallo con arena fina, como resultado, el tallo era lo suficientemente duro y delgado.
Paso 2
En los museos, hay kurai hechos de varios metales. Vale la pena señalar que los verdaderos conocedores no aprueban las muestras hechas de hierro, aluminio, cobre, incluso afirman que tales instrumentos pueden ser perjudiciales para la salud humana. Aunque en la antigüedad, los kurai solían estar hechos de metales preciosos, esto se consideraba prestigioso. Los músicos modernos de Bashkir usan kurai de madera en su arsenal, pero los verdaderos conocedores aún consideran un instrumento vegetal más allá de cualquier competencia.
Paso 3
Debe tenerse en cuenta que el arte de tocar el kurai requiere la habilidad de jugar con la llamada voz de pecho. Un ligero silbido es solo para un principiante, mientras que un profesional debe interpretar la melodía con mucha suavidad y penetración, pero al mismo tiempo sonoramente, la música debe tener un efecto poderoso en el oyente. Si escuchas los sonidos de kurai en la naturaleza, entre las montañas, definitivamente sentirás cuán armoniosamente este instrumento se fusiona con la naturaleza circundante, parece convertirse en su parte integral.