Las joyas de oro tienden a ensuciarse y ensuciarse con el tiempo. La grasa y el polvo se acumulan en la superficie de las joyas hechas de metales preciosos y el uso constante las priva de su brillo. Sin embargo, este problema es fácil de solucionar. Hay muchas formas de purificar el oro. Puedes acudir a cualquier salón de joyería y entregar tus pendientes o anillos para la limpieza por ultrasonidos, algunos artesanos lo hacen gratis. Pero si eso no funciona para usted, intente limpiar sus joyas en casa.
Instrucciones
Paso 1
Vierta agua tibia en una taza y agregue unas gotas de amoníaco. Sumerja las piezas de oro en la solución resultante y déjelas durante la noche. Saque las joyas por la mañana, enjuáguelas bajo el grifo y séquelas con un paño suave. Este método es excelente para eliminar las manchas oscuras del metal, pero no se recomienda usarlo con demasiada frecuencia.
Paso 2
Espolvoree el polvo suelto sobre un paño suave y seco, como una franela. Utilice este paño para limpiar las joyas. Luego pule las piezas de oro hasta dejarlas limpias. En lugar de polvo, puede usar tiza molida en polvo o talco para bebés.
Paso 3
Consiga un cepillo de dientes limpio y de cerdas suaves y cualquier pasta de dientes blanca. Exprime la pasta sobre el cepillo y suavemente, sin rayar, limpia las joyas debajo del grifo y sécalas con un paño suave.